Lejos del gol y del glamour de los flashes, alguien se tiene que arrojar a los pies talvez a destiempo, destruir al habilidoso o reventarla a la tribuna. Para ese olvidado es este premio.

Esos que estrenaron un corte de pelo pensando imponer una moda y no tuvieron eco. A esos a los que la mamá les dijo te queda lindo. Pero cosecharon la desaprobación de la afición.

Nuestro fútbol goza de grandes literatos, periodistas que no temen a lanzar grandes pensamientos y reflexiones frente al micrófono y hasta bramar durante inmortales minutos alargando la pasión del gol.

Sus seguidores habidos de información se pasan conectados a estos informadores de las redes sociales.

A esas reinas que arrancan miradas en los camerinos, a ellas que entendieron que la cocina se hizo para los chefs, y para los ex futbolistas retirados, y ellas prefirieron cosechar piropos en los estadios más prestigiosos del mundo.

El Mejor Aguante, Las mejores canciones de la barra. La que va a todos lados, la que siempre va al frente.

Nadie es profeta en su tierra o algunos son profetas en todos lados, esos genios de la redonda que pueden arrancar emoción en todas las latitudes.