Brown es tímido, apacible y de pocas palabras. Es muy difícil leer sus pensamientos a través de sus gestos, pero cuando se enoja puede ser verdaderamente aterrador. Cuando Moon y Cony se meten en problemas, Brown es quien por accidente se da cuenta de la solución usando su instinto.

Cony siempre está alegre, pero es algo egoísta y caprichosa. Aunque tenga alma de líder, en los momentos decisivos suele perder los papeles y dudar. Suele tener malos entendidos por su codicia, pero es ella misma quien se da cuenta de sus fallas y busca la reconciliación.

Moon es bastante caprichoso y sufre de altibajos emocionales. Es muy complicado saber qué tiene en mente, ya que suele actuar siguiendo su intuición. Moon a veces se mete en problemas por su falta de sentido común y curiosidad, pero por suerte esto no lo convierte en una mala persona.

Sally es bastante ingenua, simple e irascible. Se dice que nunca ha dedicado tiempo a pensar en algo profundamente y hay algo de ella que está como fuera de lugar. Disfruta haciendo travesuras cuando sus amigos lo están pasando mal. A veces sus bromas ayudan a sus amigos a solucionar sus problemas.

La esencia del narcisismo. James cuida mucho su imagen y lo que más le gusta es él mismo. Sin embargo, es bastante descuidado y lleno de contradicciones, pero en el fondo tiene un gran corazón y en vez de centrarse en sí mismo, suele escuchar a los demás.

Leonard es tranquilo e introvertido. Prefiere disfrutar de su soledad a estar rodeado de mucha gente. Se puede enojar mucho cuando siente que alguien está perturbando su soledad.

Edward es una oruga muy inteligente e ingeniosa. Es muy sentimental, simpático y también muy cariñoso. Él siempre le da buenos consejos a Sally, aunque en todas las ocasiones acaban ignorándolo.

Boss es el típico hombre no muy sofisticado. Suele decir y hacer cosas como un hombre de mediana edad, pero aún atesora sueños en su corazón. Puede pasar desapercibido fácilmente de no ser por sus actuaciones llenas de dramatismo, cuando menos te lo esperas.